Nacimos en Perú, motivados por una necesidad urgente: brindar apoyo emocional a quienes se sienten solos o abrumados. Desde entonces, más de 320 personas han recibido acompañamiento gracias a nuestra red de más de 120 psicólogos voluntarios de distintas partes del mundo.
Hoy, soñamos con llegar a toda Latinoamérica, construyendo una comunidad solidaria y sin barreras, donde pedir ayuda no sea motivo de vergüenza, sino un acto de valentía.